En esta noche no habrá verdugos que
vistan de blanco y como entonces te entregaré mi sueño permitiendo que la
suavidad de un resplandor nos alcance.
No trataré de llenar vacíos con
palabras y el silencio más perfecto será testigo de mi verdad, pues el fantasma
quedó ya encerrado en un cuento y en
este día no nos molestarán sus sombras.
He hablado tanto del silencio… que
aunque te cueste creerlo, al final me ha concedido su bondad.
Y mientras sueño, sencillamente me
encontrarás tratando de detener tiempos, portando sosiego junto a tu ventana.
Ni siquiera el viento quebrará este
anhelo pues la tormenta, ayer, se
deshizo de él.
Y mientras sueño…
Y mientras sueño… SERÉ YO y no
importará que la oscuridad aguarde por mí. Siempre lo hace y esta vez no huiré
porque en este anochecer mi piel, sin miedo, desprenderá destellos de
luciérnagas.
¿Lo recuerdas?
Como siempre muy bello Ana
ResponderEliminarun beso