Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

domingo, 24 de enero de 2010

EL CUENTO Nº59 DE LA LUNA OSCURA: EL PIRATA DE LA LUNA NEGRA.




Fue una noche en la que el mar se cubrió de nubes tenebrosas y frías, y sus olas rugieron en estallidos cargados de espuma la advertencia de un peligro sombrío e inminente.

Pero el mensaje clamado no parecía dirigido a la luna que, observadora como siempre, en su osadía de no temer a nada ni a nadie, se dirigió sobre él intentando sosegar a su viejo amigo y logrando hacerse un espacio entre aquellas nubes que, en señal de respeto, se fueron apartando a su paso.

En un instante, su luz solemne iluminó un galeón con aquella bandera única que ella rápido reconoció, y supo que él regresaba de las tinieblas para reclamar su tesoro. Él era la amenaza, pero su espectro, dirigiendo el timón, no le asustaba, y aguardó pacientemente a que llegara hasta ella.

Mientras contemplaba como el navío se iba aproximando, los recuerdos la acecharon rápidamente, acortando la distancia de un tiempo que había quedado en el pasado, un tiempo de bucaneros y corsarios en el que él, el Pirata de la Luna Negra, se ganó el respeto de todo el mar.

Con ese apodo se bautizó así mismo la noche que zarpó junto a su tripulación, guiado por un espíritu de rebeldía frente a las injusticias y la tiranía que gobernaba su tierra. En su juramento de mar, ella le escuchó atentamente y convencida de su buena intención decidió ampararle en las noches de batalla. Y él, sintiendo su protección, izó sus estandartes: en su barco, la bandera de la calavera amenazante, y en su pecho, el tatuaje de una luna negra. Con ellos consiguió su primera victoria, y para celebrarlo, la luna, sin pensarlo, le hizo un regalo, arrojando a su mano una daga fraguada en su propio cuerpo.

Mucho tuvo que combatir para ganarse el respeto del resto de ladrones de mar, consiguiendo salir de sus batallas siempre vencedor e imponiéndose a los vencidos bajo el yugo de aquella arma tan misteriosa como temida. Algunos, decidieron seguirle pues era justo en el reparto cada vez que vencía a los que saqueaban los tesoros de su tierra. Otros, simplemente mostraban pleitesía por el temor hacia él y a esa fuerza oscura que pareciera protegerle.

Pero los años fueron pasando y tanto se bañó en sangre empuñando aquel arma, que al final ésta envenenó por dentro su alma, volviéndole un ser despiadado, codicioso, olvidado de su justa causa.

En el recelo de la noche, dormía aferrado a su talismán convencido que era lo que le hacía ser invencible y empezó a maldecir contra la luna, sabedora de sus secretos y de las cruces marcadas en el mapa que guardaba en la empuñadura de su arma.

Hasta que una noche, inundada de culpabilidad por haberle hecho tal regalo, la gran dama blanca le arrebató de su sueño la preciada posesión en espera de que su amigo despertara. Pero al hacerlo, aún de noche, sintiendo su falta, el pirata se dirigió a la cubierta donde receló de toda su tripulación, sumiéndose cada vez más en su propia pesadilla.

Dando por perdida su suerte comenzó a ser derrotado en batallas. Los que fueron compinches de barco, se tornaron enemigos que le asediaron, vista la debilidad de aquel al que un día respetaron, para conseguir los tesoros, y los que le temieron, dejaron de hacerlo persiguiéndole también por su propia cobardía.

Lejos de alcanzar la humildad de la derrota, se volvió aún más sanguinario, y las pocas veces que conseguía salir victorioso pagaba con sus víctimas la maldición que sentía por haber perdido su fortuna.

Hasta que una noche, ebrio, enloquecido y furioso, comenzó a combatir contra aquellos ladrones compinches de barco que, como él, con el tiempo habían condenado su alma, convencido de que eran ellos los que escondían la daga sustraída. Y en ese ataque el mismo infierno elevo sus llamas hasta ese barco que ahora se dirigía hacia ella, ajusticiando a todos sus miembros por todos sus crímenes, por tanta sangre derramada.

En un último intento quiso salvarle la dama, pero él, en su orgullo, la siguió maldiciendo. Y al sentir su luz casi rozando su mano supo que era ella la que, en sueños, le había robado su suerte y juro vengarse mientras el fuego le arrastraba condenándole a vagar por perpetuas tinieblas.

Dicen que sólo la luna puede ver fantasmas en las sombras, así aquel día pudo observar como el navío por fin llegaba hasta ella y la traspasaba, sintiendo únicamente lástima por la ira de aquel pirata que aún llevaba en el pecho su imagen tatuada y que noche tras noche de luna llena, intentaba escapar de la condena eterna para saciar su venganza.



15 comentarios:

  1. YO HO! YO HO! UN GRAN PIRATA SOOOOOOYYYYYYYY!!!.... Relato de piratas con toque fantasmagorico!!!!...Línea del Holandés Errante... Barco diabólico para sembrar el terror en los siete mares...

    Precioso relato de filibusteros que rozan la locura y que terminan malditos. Besitos compi

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  2. Un cuento muy poeta, el poema ronda por la luna, la belleza de tus letras es majestuosa como tal, a la par de enigmática en esta noche de luna llena, precioso. Y la música me recuerdo a los piratas del caribe, averdad, es la banda sonora, le va muy bien a la historia, un besito.

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  3. Hola cielo un fascinante cuento de piratas y la luna precioso
    un beso corazon y feliz semana

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  4. Vaya con el pirata...
    Bonito cuento como siempre, besos y buen comienzo de semana

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  5. Creo que es la historia de muchos piratas, me parece que la mayoría están condenados a vagar por las sombras como espantos, ya que sus crímenes se cuentan por miles.
    Un saludo.

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  6. Excelente hablar y llegar al alma como tu lo haces, mágicamente amiga.

    Gracias por compartir.

    Cálido abrazo.

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  7. Nunca es buena la sed de venganza, ciertamente acaba convirtiendo en fantasmas a quienes se dejan llevar por ella.

    Bello cuento, arrastra hasta el final.

    Abrazos.

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  8. Mezclas aventura y belleza de un modo extraordinario.

    Muy bonito.

    Besos...!

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  9. Ya sabes que todos tus cuento y poemas me inspiran REPLICAS:

    Tamizada su luz por tules de niebla indecisa Luna, despertada por un rugido de olas batidas, abrió una brecha apenas simulada entre negras nubes solapadas. El mar era pura furia. Buscando atemorizada la causa de tan furibundo ajetreo en los piélagos de aguas ennegrecidas vislumbró, en un fugaz destello, un navío errante que desafiaba crestas de espumarajos y truenos enloquecidos.

    Aunque su inteción primera fue apaciguar a su mar amiga, quedó perpleja, tanto como desconcertada, al reconocer los estandartes que culebreaban a a golpes de tempestad desatada por mor a un designio de infierno enemigo.

    ...

    No te extrañes que tan conseguido relato me inspire,... siempre son los buenos escritos los que incitan a la escritura...

    ¡BUEN TRABAJO! ¡FELICITO!

    BESOTE

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  10. Yo me la voy a poner fàcil...imprimirè algo que diga..¡¡EXCELNTE!!...¡¡FANTÀSTICO!!, mas o menos como eso, pues jamàs de los jamases, leo un cuento tuyo que no me guste, asi, me ahorro el comentario...

    muchos abrazos...

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  11. Ahora vuelvo como yo, como Hadaluna, jajaja, para darte las gracias por pasarte por mi blog.
    Yo ya te leia pues te conoci a traves de Ana, Silpana, asi que con tu permiso te enlazo y me quedo por aqui.
    Un besito.

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  12. LEYENDOTE Y ESCUCHANDO DE FONDO LA BSO DE PIRATAS DEL CARIBE, ME PARECIÓ ESTAR EN ALTA MAR A BORDO DE ESE GALEÓN RODEADA DE PIRATAS SURCANDO LOS MARES... PRECIOSO LUNA AMIGA;-)

    TE DEJO MUCHOS BESOSS GUAPAAA¡¡¡:-*****

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  13. Si hay algo que me fascina, son las historias de piratas y mucho más, cuando se nombra a la luna que envuelve de magia, las olas del mar impetuoso.
    Sabes amiga?? es tanta mi fascinación, que este verano pasado fui a Disneyland (En Anaheim, California) y me metí al paseo de los pitaras del caribe...no sé cuantas veces!!! jajajaja!! como una niña, súper divertida...me hayas visto!! jajaja!!
    Bueno, espero que sigas escribiendo que lo haces maravillosamente y si es de piratas, pues mucho mejor jeje!!
    Besitos mágicos!!!

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  14. Muy bonito, Ana
    Me ha recordado cuando de niño recitaba aquellos famosos veros de Espronceda.

    "Dicen que sólo la luna puede ver fantasmas en la noche" ...¡Precioso!

    Sabes quien soy. Un besazo.

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  15. esta bien bonito la historia sinpre me gusto las historias de piratas

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Antes de nada: gracias.