Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

lunes, 18 de enero de 2010

EL CUENTO Nº58 DE LA LUNA OSCURA: EL PÍCARO Y LA LUNA.





Hoy os contaré el cuento de un granuja lleno de picardía, porque hasta la luna supo de bellacos, aunque éste se ganó su simpatía.

Cuentan que una noche la gran dama blanca paseaba por un bosque de enamorados, y cerca de unos fresnos que regalaban a un rio que por allí cruzaba su reflejo, oyó a un hombre pronunciar las siguientes palabras “No renunciaré a tu recuerdo, como no lo hago a respirar, mi gran amada”.

Y con una gran sonrisa acudió a su encuentro, pues aquella voz era la de un viejo compañero y quiso delatarle en su pillería reiterada, de querer robar la inocencia de jovencitas, en blancos sueños de amor bañadas.

Sí, aquel era un antiguo conocido, el gallardo ladrón de corazones, aunque nunca fue sabido su verdadero nombre.

La primera noche que se encontró con él era aún un niño y ya entonces se afanaba en aprender poesía soñando conquistar a la mujer de sus sueños. Pero aquella mujer, por aquel entonces, era la del panadero y ella poco sabía de los grandes maestros. Aún así, cada noche dejaba que le visitara y le leyera, y ella a cambio con panes y bollos le agradecía el gesto.

Años más tarde aprendió a deshacer su boca pronunciando su empalagoso embeleso. Entonces, su enamorada era la esposa de su casero que, a escondidas de su marido, daba por pagado el arriendo. En la codicia de creerse irresistible comenzó, nuestro pícaro, a urdir su plan de enriquecerse a cambio de besos.

Y sí, aunque os parezca mentira, a la luna le era simpático pues nunca vio con tanta gracia fingir un enamoramiento.

Poco a poco se acostumbró a visitarle, aunque cada vez le fue costando más encontrarle porque aquel truhán era rápido y fue ascendiendo con avidez en las capas sociales, a cambio, claro está, de sus favores tan notables.

En las grandes reuniones danzaba hábilmente y recitaba sus poesías. Y aunque nadie sabía cómo había adquirido su riqueza, para todos era cierto que aquel caballero era el príncipe de la cortesía.

Sólo la luna sabía que en su palacio la lista de enamoradas crecía y crecía y en la espera por sus favores, innumerables regalos de aquellas grandes damas iban aumentando su economía.

Hasta que una noche quiso el pícaro en su afán de conquistar, pronunciar el nombre de nuestra luna, y amparándose en ella pronunció aquella gran mentira.

En su venganza y, sin pensarlo, la eterna blanca quiso descubrir con su luz a la más hermosa belleza escondida en una joven de labranza.

Al verla el pícaro ladrón que entonces estaba acompañado por una condesa muy adinerada, la dejo en aquel claro del bosque, como se podría decir, plantada y bien plantada, y corrió hacia la joven que, por supuesto, ya era conocedora y sabia de su fama.

Aquella noche no hubo poesía triunfante, ni besos de conquista, bueno… quizás alguno suplicante. Y las intenciones del conquistador no llegaron a buen término pues la joven receló y juró no ceder ante su empeño.

Fue así como la luna dejó de encontrarse con su compañero y no supo más de él hasta aquella noche que oyó su voz de nuevo. Y al acercarse con su brillo, dispuesta a acusarle, se encontró un anciano campesino que contemplaba con tristeza dos anillos sobre su dedo.

Y no hizo falta que le contara su historia… De cómo a un ladrón de corazones le llegó el tiempo de pagar su pena y convertirse en preso, quizás de un verdadero amor de esos que dicen que es ciego y que llenó sus años de dicha incluso en aquella noche en la que una luna iluminaba la nostalgia de un viejo y por qué no, también su desdicha.

16 comentarios:

  1. Parece que la novela y cuento picaresco, tan propio de nustra literatura, ya tiene nuevo maestro aunque en este caso sea una dama amparada por la Luna.

    ¿Sienten como rechina Quevedo sus dientes dentro de su tumba?

    Nuevas glorias y esplendores augura esta nueva sávia en nuestras letras...pues el humor y la picaresca van emparejado y quien mejor para tan excelente combinado que esta excelsa escritora de cuentos...

    Singular como original esta nueva entrega, sin duda.

    Mis felicitaciones.

    BESOTE

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  2. Me encantooooo.... pero porq me dio algo de melancolia?... creo q estare con las hormonas jaja
    Un beso grande!! :)

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  3. Impresionante como siempre...

    Muchos besitos preciosa.

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  4. Uff, herrrmoso, hermosisimo.
    Sin palabras!!

    espero que estes bien !!!
    cuidate mucho!

    besitos

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  5. Luna lunita...COMPAÑERA ALOOOOO!!!!...JAJAJAJAJAJAJAA... Un gran relato e la tradición de quevedesca como MUY BIEN dice Rafa....JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJA....Ha habido algún momento en el que me reía recordando historias de del siglo de oro....Pobre truhan...snif snif...
    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJ

    BesazoOOOOOOOOOOOOOOs mi dama blanca!!!!!

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  6. P.D.: MAGNIFICA Y ANIMADISIMA LA MUSICA QUE ACOMPAÑA...ME ENCANTA

    (más besos)

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  7. Hola cielo como siempre impresionante cuento es una maravilla
    un beso corazon

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  8. SPLASH...SPLASH....SPLASH...
    estos son los aplusos que el sr. blogger no nos suministra...requetecontraprecioso...es que te superas mujer...

    muchos abrazos

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  9. Tu espacio un jardín de letras y sentimientos que alegran el alma,
    Mi alegría visitarlo y comprobar su belleza.

    Gracias por compartir.

    Cálido abrazo.

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  10. Rafa me parece que lo ha dejado muy claro y mas alto no se puede decir...IMPRESIONANTE...que gusto levantarse por la mañana y leer esta belleza de letras....mi niña estas que te sales...pero sobre todo no olvides que te quiero...besitoss con amor...

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  11. Tienes una sorpresa en mi universo...a ver si te gusta cielo...besitosss amorososss

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  12. Me recuerda a una historia real.
    Tiene una belleza inconmensurable, y estoy segura de que hay muchos por ahí así de esa calaña, y no le estuvo mal por ser un mentiroso.
    Un cuento hecho con el corazón, porque algo así no se puede hacer de otra manera.

    Besos.

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  13. Precioso.
    Puedes creerme cuando digo, que termine el relato a punto de llorar.

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  14. Granuja, bellaco y gallardo ladrón de corazones que en su desdicha envejece enamorado porque un alma robó su corazón.

    Precioso,Ana. Un besazo.
    ebrivero

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  15. Buena historia... pobre, en el fondo, sufriendo...

    Besos

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  16. hola mi niña, precioso como siempre, espero que hayas dejado de estornudar ,un besito preciosa

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Antes de nada: gracias.