Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

jueves, 15 de diciembre de 2011

LOS RELATOS DEL AGUA 10. REFLEJOS



Creí ver en el agua la verdad transparente, tu alma, la fe que ocultaban con destreza tus ojos. Y no dejé de acariciar cada gota que nos envolvía en nuestro tiempo, aquél que por momentos detuvo la realidad.

Ahora, aprendo que el agua puede ser encubridora de los trucos del mejor mago y como tú, trato de mostrarme día a día serena, maquillando mi rostro, ocultando las sombras confusas de mis noches.

Pensé envolverme con una burbuja brillante, pero no puedo engañarme. No, aquellas gotas no detuvieron el tiempo y a nuestro alrededor todo continuaba, derribando los sueños que no se cumplirían a pesar de la ilusión que depositamos en ellos.

No hay lugar en el agua para el arrepentimiento, tan sólo es un instante de lluvia. Y tarde o temprano comprobarás que sigue su curso, rompiendo y estallando su verdad. ¿La nuestra?

Aunque he intentado atraparla en mis manos, olvidando todo, tratando de quebrar las reglas, no lo he conseguido y he sido testigo de cómo resbalaba entre mis dedos. Tan solo he podido rozar el sosiego de aquel riachuelo en calma, olvidando las mareas, las olas batiendo con furia, pues hasta el agua sabe perder magistralmente su paz.

El murmullo del agua…

Creí escuchar tu voz como un eco eterno que siempre me acompañaría. Silencié el viento, amordacé la brisa que te anunciaba, para no perderla, sin darme cuenta que tus palabras ya se habían ocultado en mis labios.

Ahora aprendo que el agua me ha mentido, o yo a ella, creyendo escuchar en los susurros que vertía a su paso por mi vida, una poesía que no fue creada para mí.

Pensé taparme los oídos, abandonar este lugar en el que vivo para no escuchar jamás el río que rodea mi casa. Pero no, no puedo engañarme, no puedo vivir sin agua aunque aún no entienda su lenguaje.

Quizás aquel beso fue la más perfecta poesía, y cada uno de tus susurros, versos derramados que hoy encubro, como un mago.

Hoy aprendo que es mi voz la que rompe los silencios y que el agua algún día quizás te lleve mis palabras en su mayor engaño, mi verdad, porque hoy fui al río y al contemplarme solo vi mi reflejo.

4 comentarios:

  1. Brillante, me encantó! Muy buen texto.
    Besitos

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  2. No sé si es por la mañana musical que llevo ya, pero me al leer este texto me ha parecido que es la letra de una canción y solo le falta la música. Es muy bonito.

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  3. hermoso reflejo el que viste en el río!!

    como hermosas y bellas son tus letras cada vez que las miro, porque no se trata de leer, es sentirlas en cada sonido...

    Un beso niña...es preciosoooo!! TQM

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  4. Impresionante. Un placer comprobar que existen personas que se esmeran en este mundo de palabras.
    Mis felicitaciones.

    Manuel.

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Antes de nada: gracias.