Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

domingo, 11 de octubre de 2009

EL CUENTO Nº42 DE LA LUNA OSCURA: AQUELLA VENTANA. EVOCACIÓN DEL DULCE CANDOR.




Cuando ambas dejaron de sonreír la nostalgia de la maestra cubrió su piel y sus labios se apagaron.

Contemplando aquella luna recordó las noches en que se durmió sintiendo como su luz golpeaba las rejas de su habitación, mientras se negaba su juventud, porque esas rejas, tiempo atrás, fueron bañadas por la calidez de aquella voz, que noche tras noche esperaba, pero que se había apagado en su cobardía y silencio.

Si tan sólo esa luna le devolviera al momento en que él le declaro su amor, y le pidió una respuesta. Si tan sólo le regalará ese momento…

Fue un amor de niños, aunque entonces no lo sabían, y sólo cuando una lluvia de septiembre baño sus ropas, en aquel abrazo, bajo la dama, lo supieron.

Creciendo como su amor, se robaron besos a escondidas entre los olivos, y qué dulces besos que no entendían de clases sociales. Porque él nunca fue el hijo del guardés, y ella, ella nunca fue la señorita.

Soñaron tanto…, hasta que la realidad de una vara empuñada por su padre, le recordó que los sueños no eran para ella. Y en cada golpe, él susurró un te quiero.

Y fue cobardía de pensar que él sufriría más que ella y que quizás perdiera la vida, cuando la noche antes de marcharse él le prometió besar cada una de sus lágrimas derramadas.

Si hubiera tenido el valor de decirle que sí, que se iría con él porque su amor hubiera podido con todo…

Pero le engañó negando sus sentimientos, mientras la luna acallaba con su luz el brillo del agua en sus ojos, y fue la señorita que despachaba tras la reja a José, el hijo del guardés.

Y con cuánto dolor contemplo su marcha.

Nunca más supo de él, sólo que se había ido a la capital y al convertirse en maestra y tener su propia casa, arrancó las rejas, esperándole.

“Dime luna, dime qué fue de él”…

17 comentarios:

  1. Anita...Precioso...Y la música me encantaaa, esa Pasión Vega...

    Mañana es mi cumpleblog y hay un regalito para ti, si lo quieres...

    Muchos besitos preciosa.

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  2. Anita. Me ha encantado. A veces eres tan tierna como divertida otra. me encantas. un beso

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  3. Precioso mi querida Anita y la musica tambien preciosa

    Un besito Rosa

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  4. Hola! Excelente narración, qué duro es el amor a veces cuando alguien se opone, sobre todo si son autoridades sobre nosotros. Me encanta el vídeo de sola. Un saludito y chuaskisss poéticos.

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  5. una espera llena de dolor...
    un beso grande amigaaaa

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  6. Mi niña que hermosa composición, cuento, imágenes y música

    Buen comienzo de semana
    Un abrazo
    Noe

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  7. Me ha gustado muchisimo el relato, es tierno y emotivo...un final desgarrador.
    Volveré

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  8. Esta segunda parte del relato me ha gustado incluso mas que la anterior. Está llena de matices y pequeñas historias sugeridas. Quizas te robe alguna de ellas para algún escrito en los proximos dias.

    ¡Que tengas un buen dia y semana!

    Un BESOTE GRANDE guapa.

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  9. Pero le engañó... pero se engañó.

    Ainsss desbocada historia de pasión casi casi sin límites. Me gustó muchísimo.

    Abrazos.

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  10. Una preciosa historia de amor, muy bien contada y con una ternura estremecedora.
    Gracias por tus visitas.
    Espero que estés bien.

    Besos.

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  11. hola mi niña, ya se que te tengo abandonadita, perdon , te mando miles de besos , me encanto la historia bella como siempre

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  12. Recien llegado de mi viaje, querida amiga, y casi sin tiempo, solo me paso para darte UN ABRAZO...!!!

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  13. creo que si tengo que escoger uno de tus cuentos me quedo con éste... me ha llegado a lo más profundo... gracias mi niña, eres genial!!

    Un besoooooooooo

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  14. Hola Ana, en vos habita la alegría y la ternura, unas veces nos haces reír, otras con tu dulzura llegas a nuestro corazón.

    Abrazo

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  15. Ohhh que bonita historia de amor, que cobarde fue no tener la fuerza de voluntad de salir corriendo detras de aquella persona que tanto amaba, su castigo recordarlo con tanta nostalgia, dolor, por lo que pudo haber sido y lo que no fue.....
    Un beso que yo tambien te quiero, lo sabes?
    Con cariño
    Mari

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  16. Ana, es una bella historia, con un final desgarrador, pero el que no se arriesga, no gana, y en este caso la cobardía pudo más, ¡a cambio de qué? De vivir toda una vida de recuerdos, en el pasado.
    Saludos desde La ventana de los sueños.

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  17. Tal vez por eso el refran de....no dejes para mañana...el hubiera no existe, solo queda el arrepentimiento, la tristeza, la nostalgia..aunque tambien atesoramos los momentos felices..

    hermoso

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Antes de nada: gracias.