Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

jueves, 3 de septiembre de 2009

EL CUENTO Nº35 DE LA LUNA OSCURA. EL TANGO DE LA LUNA.




Aquella noche la luna despertó llamada por la música de un tango, y aunque sabía el significado de esa triste llamada, acudió al viejo teatro de Buenos Aires para ofrecer su luz a aquella pareja que bailaría por última vez.

Al llegar, se produjo el silencio. Le tocaba a ella iniciarlo, y así, asumiendo su papel dejo que su luz, brillante como nunca, comenzara a filtrarse a través de las claraboyas al ritmo del bandoneón que narraría aquella historia de amor.

El deseo oculto entre las sombras comenzó aparecer cuando la bailarina, de espaldas y vestida de un rojo más vivo que nunca, dio movimiento a sus piernas, desplegando su sensualidad más orgullosa hasta situarse debajo de esa luz tan fría como sus ojos llenos de falso rencor.

Y en su pestañeo su contrincante quiso abalanzarse sobre su cuello, pero se contuvo mirándola fijamente mientras se acercaba a ella dejando que sus cuerpos comenzaran a girar sin tocarse, hasta que ella le agarro la mano y él su cintura, comenzando a desatar así una pasión de arrabal, que sólo el engaño hacía que naciera cada noche.

Haciéndola girar sobre su cuerpo hasta amarrarla a él quiso demostrarle cuánto la había amado siempre, y caminando los dos hablaron con sus ojos, hasta que ella le dijo "te amo" y él sujeto su pierna sobre su cadera y giro de nuevo, arrastrándola y preguntándola por qué.

Quizás sólo fue el deseo el que habló, quizás realmente le amaba, pero él sintió que aquel sería el último baile, y ella, dándose cuenta, le abrazó fuertemente resbalando todo su cuerpo sobre el suyo hasta caer de rodillas aferrada a la pierna de él con un perdón dibujado por el engaño.

Pero los celos ya habían acabado con todo, y a punto de terminar la música él se debatió consigo mismo. Sí, sólo era una pasión de arrabal, y aunque tardase en olvidarla, lo conseguiría.

Un último abrazo, un último giro, unos últimos pasos y cuando ella quiso volver a abrazarle, besarle, a punto de acariciar sus labios, él la sujeto las manos y la arrojo fuera de él, dejándola sola y volviendo a la oscuridad.

Nunca se bailaría de nuevo ese tango.

En el silencio, la luna contemplo como a la bailarina se le escapaban dos lágrimas y compadeciéndose de ella abandonó el teatro.

Antes de dormirse, la música sonó de nuevo dentro de ella, y disfrutó recordando aquel baile lleno de vida.






21 comentarios:

  1. Una preciosa entrada querida Ana.
    Lindo fin de semana amiga
    Besitosssssssssssssss.

    ResponderEliminar
  2. Y es que el tango es uno de los bailes mas sensuales que hay...Y la luna baila tangos???... Si hay algo que me gusta de leer tus cuentos es el que además escribas otros conmigo!!!.... JAJAJAJAAJAJAJAJA... Tanto placer es leerlos como compartirlos...

    Besitoooooooooos Alo

    ResponderEliminar
  3. El tango me encanta... Cada novia que tengo (o una amiga muy amiga) le digo para bailarlo en secreto. La censura del tango... lo hace más sensual!

    ResponderEliminar
  4. Bonita y triste, acompañada de la sensualidad de la luna y el tango.

    Un gusto leerlo, besitos.

    ResponderEliminar
  5. Aishhhh... que penita, que esos malditos celos no dejaran que bailasen más tangos... pero si los bailaban tan bien...
    Sabes, una amiga que es profesora de baile de tangos, siempre dice que no se puede bailar con cualquiera... que luego trae consecuencias (demostrado entre sus alumnos)...
    Bueno, hoy estupendo el cuento, besicos.

    ResponderEliminar
  6. Me has hecho bailar tango después de tanto tiempo sin bailarlo.
    Gracias Ana querida
    Un beso
    Noe

    ResponderEliminar
  7. Hoy la luna nos hablo en lunfardo,el tango es una de mis musicas preferidas,bonito video,un saludo.

    ResponderEliminar
  8. Hola cielo otro bello cuento son divinos
    el final algo triston pero me encanto
    un beso

    ResponderEliminar
  9. Me encanta el tango, con sus historias, su novelas, su drama. Tu cuento ha sido como bailarlo (aunque no lo bailo pero me gusta verlo bailar).
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  10. Esta vez Luna dejó los bosques y arroyos, palacios y princesas por culpa de una música arrabalera. El sonido de bandoneón por tierras rioplatenses le atrajo y sedujo y como una chiquilla curiosa e intrigada quiso saber del origen de aquel ritmo sincopado que flotaba en el aire aquella noche. Fue así como pudo contemplar, fisgando por un sucio tragaluz, aquel último baile de una pareja que, como poseidos por el compás de aquella pieza, entrelazaban con furia brazos y piernas en alternacia de atracción y rechazo, magnetismo y repudio. Luna apenas daba crédito a sus ojos, aquel baile era algo más, una discusión sin palabras se fraguaba en sus ardientes miradas. Acusaciones, desesperanza, amenazas, ruegos,... Una callada letra de canción se tejía en el aire cada vez que sus ojos se encontraban. Al final, en un gesto brusco del bailarín oscuro dejó su pañuelo al cuello casi desanudado y la bailarina vestida de fuego quedaba derrumbada en el suelo, desconsolada, vertiendo su llanto sobre hombro y pecho. Luna se alejó entonces a su tibio firmamento con su corazoncito medio roto, compungida, al ver lo trágico que pueden ser los celos.

    No hace falta decirte que me ha gustado tu cuento.

    Un BESOTE muy grande.

    ResponderEliminar
  11. Me has dejado la piel de gallina, los sentimientos en los ojos y el alma borbotando.

    Impresionante el trío de pasiones, de todo tipo de pasiones.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  12. Ay...El tango, que sensual...Nunca lo he bailado, será cuestión de probar...El cuento te ha quedado precioso.
    Muchos besos wapa.

    ResponderEliminar
  13. Sentimientos de amor y desamor tras los pasos del baile, haciendo de cada paso un sufrimiento apasionado.

    Hasta el dolor mostrado por este baile hace Amarlo.
    Tango ¡hay mi Tango!


    Agur un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Ana: Gracias. Llevaba varios años queriendo expresar lo que pensaba cuando veia bailar un tango, pero no podía.
    Tu lo has hecho con la maestría literaria que te caracteriza. En el tango hay una manifestacion de amor-atraccion y odio-repulsa.
    Tu lo has captado y has sabido expresarlo.
    Un besazo Ana

    ResponderEliminar
  15. Me encantó el cuento con ese final algo triste, creo que está muy acertado.

    Saludos

    ResponderEliminar
  16. Ana, tu y tus lindos escritos me dejan flotando entre tus lunas y bellas historias

    abrazo sincero.

    ResponderEliminar
  17. Dicen q el tango es una danza sensual, sin contenido erotico...

    Me encantan y me cautivan tus letras, como siempre.

    Besos.

    ResponderEliminar
  18. Aunque pueda ser repetitiva, cada vez escribes mejor..y me gusta mas...besos

    ResponderEliminar
  19. Que bello baile, y que sensualidad desprende.
    Lo has interpretado perfectamente.
    Escribes de puta madre, lo sabias?...

    Un abrazo cariño.

    ResponderEliminar
  20. Pasado un par de años te vuelvo a leer y bailo ese último tango de pasión en tus letras como si fuera la única vez, y se me eriza la piel... Sublime!!!! Nos deleitas con tus cuentos, no dejes de hacerlo!!! Besooooooooo

    ResponderEliminar

Antes de nada: gracias.