Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

domingo, 19 de agosto de 2012

QUIZÁS UN SUEÑO... EL TRIGÉSIMO SEGUNDO...




En mis sueños he sentido muchas veces  la provocación de brillantes carmines que, en su desafío, no tuvieron en cuenta que mis labios una vez se bañaron en el elixir,  en la más dulce ambrosía y no han dejado de saborearla.

Hubiera sido tan fácil a veces,  dejarme llevar por la ira, pero hasta dormida siempre fui fuerte para guardar los secretos, para no dejar de ser yo.

Aprendí a resistirme ante la tentación del perfume sigiloso de las rosas más rojas pues mi piel sabia no sucumbe a las mentiras y en sus noches aún exhala con bravura la esencia de la que no existe.

Nunca necesité de disfraces y aunque mis dedos con maestría,  por qué no,  jugaron con las tinieblas,  las mías siempre estuvieron llenas de vida y se mantuvieron firmes para defender un anhelo.

No, nunca necesité de una máscara más que en mis cuentos, porque mi mano sujetó la más perfecta copa de vino y nunca olvidó el tacto de las fresas estallando en su boca…

Mírame porque hoy con osadía, en este sueño, estoy entonando otra vez mi rojo.

¿Quieres escuchar de nuevo mi sangre? ¿No ves como tiñe algunas lunas haciéndolas estremecer de pasión?

Sí soy fiel a mi negro, pero aprende de una vez por todas que, en mi razón, siempre necesité de él para ver la luz…

Escúchame, porque hoy cuando despierte de nuevo sangraré lunas con la madurez de quien vio todos los colores y los sufrió haciéndolos suyos.

Léeme, porque hoy cuando despierte, aunque ya no estés, me sentiré llena de vida y mañana más porque mi corazón,  siempre supo empuñar fuerte su ROJO, empuñar su VERDAD.

2 comentarios:

  1. Vaya vaya, sigues aquí!!!!!he leído tu texto,es un poco... nostálgico,un poco no sé como rencoroso. te mando un saludo espero que estes bien.

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  2. ¡Ooohh!

    No me hagas nunca perder mi tiempo en buscarte.

    ¡Aua! Clamó el alemán cuando el fuego prendió los rubios bellos de sus dedos.

    ¡No te acerques! Debiera haber clamado el hombre insomne al ver clarear en la mañana un propósito incumplido.


    Cuando la causa asusta...

    ...nunca valen las divagaciones, solo, tan solo el alma expuesta.

    No somos unos románticos tardíos, sino hijos de lecturas adormecidas...


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    Cuando la detective posó su pié en el suelo supo que inexorable se separaban dos mundos, dos vidas, la suya y la de su familia. Ancló el asco en su vientre y antes que nadie pudiera mirar, auscultar sus ojos, ensayó un gesto de triunfo.









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Antes de nada: gracias.