Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL CUENTO Nº91 DE LA LUNA OSCURA. DE FANTASMAS... PENSANDO EN LA LUNA OSCURA.




Aquella noche sentí como la brisa arrastraba una melodía y entre notas pronunciaba suavemente mi nombre.

Aún dormida en mi sueño eterno, me deje llevar dulcemente por ella, por la brisa…

Elevándome, flotando etérea…

Un instante o dos, y noté su luz sublime sobre mis párpados. Aquellos destellos que una vez lo fueron todo.

Lentamente, abrí mis ojos y en la emoción de ese tiempo fugaz, volví a contemplar la luna.

Nunca la oscuridad dolió tanto en su ausencia…

Quise alcanzarla con mis dedos, atraparla para mí, y en el intento mis cabellos, agitados por el viento, ocultaron mi rostro alejándome de ella.

Y bajo mis pies, el mar, y su reflejo perfecto.

Intenté pedirle al compañero de aquel extraño viaje, que descendiera conmigo y me dejará caer en la profundidad de aquel fuego blanco que ardía entre aguas; rogarle continuar mi sueño, dormida, en el fondo de aquel océano bañado en su sombra brillante…

Pero mi voz se perdió en algún momento, apagándose en segundos que ya no me pertenecían.

Sí. Mi alma se había olvidado en la quimera de un cielo hecho sólo para mí, un cielo imposible, y en mi egoísmo me enterré en sombras.

Mientras el espejismo de aquella ilusión comenzaba a desvanecerse, mis ojos muertos se llenaron de lágrimas.

Y continué dejándome llevar por ella, por la brisa… renunciando a la muerte.

Según iba avanzando mi noche, sentí como el viento iba llenándose de más brío, y en su empuje, el intento de combatir el dolor derramado en mis mejillas.

La melodía que con aquellas notas frágiles había conseguido despertarme, comenzó a perderse a lo lejos, hasta deshacerse.

Y de ella sólo quedó un recuerdo, otro murmullo lánguido en el tiempo.

Como aquel mar… completo de su luz.

Nunca un llanto dolió tanto en mi pecho sin alma…

Comenzamos a descender, y pude contemplar como el paisaje se había tornado más oscuro.

Y, mientras me liberaba de mis lágrimas, sentí mis pies fríos sobre la tierra.

El viento cesó y tan sólo escuché el aliento que se escapaba de mis entrañas.

Miré a mi alrededor y aquel paisaje comenzó a resultarme familiar.

Y caminé... como si la noche condujera mis pasos, sin voluntad.

Quise mirar atrás, pero ya no quedaba nada, tan sólo un vacío sin color. Ni siquiera el viento me esperaba.

Y, de nuevo, me deje llevar aunque empecé a ser consciente de dónde me llevaría…

En el camino abracé en mi memoria cada árbol conocido, y en sus rugosidades, mi vida.

Y cuando por fi llegué frente a aquella casa, contemplé su jardín y supe que era el otoño quien realmente conducía aquella noche y mis pasos…

Las rosas...

¿Pensasteis alguna vez que sólo la primavera ofrece la belleza de las rosas?

¿Creísteis que sus espinas quedaban olvidadas tras una tarde de lluvia?

¿No sentisteis su dulce fragancia soñando serena en las noches frías bañadas de luz?

Yo sabía dónde me encontraba y que en esa casa, en una de sus ventanas, las rosas más valientes en otoño tientan con su hermosura.

Y su color enredador…. ¿No lo adivináis? El de la luna.

Acercándome despacio, descubrí que aquel año habían florecido más. Y supe que aunque el viento volviera para deshojar la suavidad de sus pétalos, ellas no mostrarían temor, pues ya triunfaron venciendo mi olvido.

Tratando de alcanzar su perfume, de recordarlo, sentí como aquellas flores seducían mi tristeza, recordándome que aunque los colores de mi alma se perdieron, aún en ella quedó un latido de vida blanco.

Y me acerqué aún más, casi rozando el cristal de aquella ventana.

Quizás ella había separado los tules de su cortina para dormir contemplándolas.

Y la busqué entre sombras…Hasta que la luna volvió para regalarme un reflejo.

Apenas pude contemplar su rostro escondido en aquel pecho y aquellos brazos que siempre la habían protegido y la habían brindado su calor.

Por un momento pensé que no lo volvería a ver…

Aquel rostro…

Pero entonces, la luna lo inundo todo y como si ella supiera de su presencia despertó también de su sueño…

Incorporándose desnuda se apartó los mechones de su cabello y por fin pude ver sus ojos.

Su piel, alejada de él, comenzó a sentir frío, pero aún así se acercó a la ventana, y arropándose con aquellos tules transparentes miró a través del cristal, atravesándome… perdiéndose en la oscuridad que había tras de mí.

¿Qué sentiría?

¿Qué Pensaría?

¿No notó mi ausencia en este tiempo?

¿No echo en falta su reflejo?

Y entonces... contempló las rosas ,y al alzar sus ojos se posaron en mí.

Vi como su mano llamaba a la mía y como las nuestras se juntaban sobre el cristal.

¿Quién derramaba lágrimas? Quizás, las dos.

Sí. Fuimos las dos.

Un instante más y el viento volvió meciendo las rosas, desprendiendo suavemente sus pétalos blancos…

Supe que era el momento de volver a esconderme en mi sueño hasta que ella volviera a querer saber de mí.

Mientras me alejaba, escuché entre pétalos un susurro perdido…

“Sí. Te eché de menos…

Mis noches nunca fueron igual sin ti, sin esta dulce melancolía…

Pero las dos sabemos que no siempre la luna fue oscura y que a pesar de todo en cada una de sus noches guardó un reflejo lleno de luz.

Hoy, te regalaré un último cuento y en él todos los que escribí pensando en ti.

Descansa en mis sueños, y quizás algún día…”


Título: De Fantasmas. Pensando en la Luna Oscura.

“Aquella noche sentí como la brisa arrastraba una melodía y entre notas pronunciaba suavemente mi nombre.

Aún dormida en mi sueño eterno, me deje llevar dulcemente por ella, por la brisa…
Elevándome, flotando etérea..........


8 comentarios:

  1. no tengo palabras para expresar lo que siento
    sé lo que significa, sé de la luna...
    y es tan bello tu sentir reflejado en el mar
    que me estremezco y emociono a leer tu último cuento de la luna oscura...
    te felicito
    te admiro
    Un beso con muchísimo cariño!!

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  2. Intimista, grafica y profunda narración.

    Y acaba como empezó: elevandote, etérea...

    Esto es precioso.

    Besos...!

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  3. Paso a saludarte y degustar tus letras en esta magnifica entrada.
    Un cálido abrazo.

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  4. ¿Que decirte? Te confesaré que en las primeras entregas andaba algo perdido en las intenciones de este hermoso relato. Hoy, al ver esta mañana esta última, de la que me sorprendió el título, que por cierto desapruebo, no me parece el mas apropiado, me he pasado hasta este mismo instante pasando a limpio todas sus partes. Es al leerlas en conjunto cuando comienzas a tomar consciencia del significado que encierra. Del desdoblamiento que hace su autora, tu, con ese ser etéreo que narra, vaga en la noche bajo la brisa y vuelve a su origen, rememorando aquella aventura que empredió hace ya tanto cogida de la mano de su inseparable Luna.

    Es un bello relato. Te mandaré por mail ahora el resumen que he recopilado. Quizas tenga suerte y nos encontremos mas tarde conectados y podamos comentar.

    Por, cierto, para nosotros siempre seras 'La escritora de la Luna oscura' que tantos buenos y entrañables momentos de lectura nos ha regalado y, si duda, habrá aun de regalarnos,...

    Venga, te mando el resumen por mail.

    BESOTE

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  5. Me dejaste sin palabras Ana.
    Cuando puedas mira,mi última entrada.La de mi otro blog
    Un millón de besos.

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  6. Qué buen escrito, Ana, como dicen los otros lectores, nos dejas sin palabras, tal vez tú te las llevas todas.
    Un beso.
    Humberto.

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  7. Me ha gustado la atmósfera que creas en tu cuento, gótica y romántica, lo que, después de todo, quizá sea decir lo mismo. Las descripciones son muy vívidas. Ahora entiendo por qué te fascina tanto la luna.

    Un abrazo, Ana, y gracias por visitar mi espacio.

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  8. No sabes cuantos suspiros y retratos muy propios me atrajo tan sublime escrito. ¡WoW! Me debes ya muchos suspiros, jejeje, sorprendente como puedes alucinar lo que una vez ya has vivido. Fue experimentar un Deja Vu; con la diferencia de algunos elementos que acá no se pueden ver...Mis Respetos y Ovaciones para ti.

    ¡Gracias por hacernos parte de esto!

    ¡Saludes y un Fraternal beso y un Fuerte abrazo!

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Antes de nada: gracias.