Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

lunes, 13 de diciembre de 2010

EL SEXTO. LA ENVIDIA.




Imagen de Calavera y Diablito.


Como un nido de cucarachas que fue creciendo en tu interior, así era la ENVIDIA que te corroía…

¿En qué momento la hiciste parte de ti, alimentando con ella tus cobardías y desconfianzas?

Tus entrañas comenzaron a pudrirse verde expiando ¿Y tú? Sin aceptarte, sin soportar tu imperfección, fijando tu atención en los demás, tratando de agotarlos, de extinguirlos…

Cucarachas que en hilera fueron recorriendo tus venas nutriéndose de tu ponzoña agria.

En un principio te conformaste con imitarlos, acercándote sigilosamente a sus vidas, regalando falsedades en halagos, tratando de que nadie te descubriera. Hipócrita.

Después, apareciendo y desapareciendo, y volviendo a aparecer para acecharlos aún más, tratando de imponerte a ellos como un fiel depredador devoto de su inseguridad; intentando convencerlos de tu inocencia, engañándolos, y todo por envidia.

Laceraste tu propia mirada al comprobar que tus intentos a muchos no les ensuciaban, a pesar de tu deseo por dañarlos, porque ellos miraban tus ojos y sólo veían cucarachas que caminaban lento, despacio, expectantes.

No pudiste desprenderte de ella, ni siquiera lo intentaste. Su aroma fue impregnando hasta tu sombra. La envidia siempre tuvo ese olor a podrido.

Si tan sólo te hubieras conformado con ser tú, quizás hubieras logrado alcanzar tus propios sueños, sin querer absorber en tu codicia el de los demás.

Pero las cucarachas hicieron bien su trabajo envenenando lentamente la poca compasión que quedaba dentro de ti. Y cuando por fin lo consiguieron, tu pecho cobarde se abrió para ellas.

Aún hoy, te prestas a seguir tu camino, sin sospechar que ELLAS anuncian tus pasos.



Guardar el rencor de la imperfección
sacrificar tu propia fe, tu esperanza,
renegando del sol que te alumbra ,
obsesionándote por la luz de otros

Aprender : Nunca Podrás liberarte

Olvidar: con tu maldad, imposible


ENVIDIA… ARMA DE LOS INCAPACES




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10 comentarios:

  1. Hola amiga mía, tu entrada me ha gustado especialmente, se ve claro que le has dado con bala a una de las peores lacras del ser humano.

    Te has esmerado en los adjetivos y no has ahorrado en la fuerza expresiva de tus palabras para representar una forma de ser que hace más daño al que la produce que al que la recibe y la sufre.

    Si bien es cierto que el envidioso puede hacer mucho daño es un hecho demostrado que a su vez se pudre en su propia inmundicia, porque jamás podrá sentir nada parecido a la felicidad a lo largo de su vida.

    Hay un tercer grupo que son los emisores de ondas de envidia, les encanta provocarla con su ostentación, estos son los peores, los odio a muerte, son los típicos que te pasan por el morro todo lo que tienen con el único fin de que pases un mal rato, son gente asquerosa.

    De todos los defectos el de la envidia es el más ridículo y por supuesto el más estúpido, siempre he pensado que alguien inteligente no tiene necesidad de envidiar a nadie, esta celopatía es más bien propia de mentes débiles y muy inmaduras y las hace sumamente desgraciadas (pero a mí no me dan ninguna lastima)

    Me gusta mucho leerte, seguidora numero 13.

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  2. Estupendo. Estupendo. Estupendo.

    Tres veces estupendo. Es la que mas me ha gustado de la saga, y mira que todas son buenas.

    Un abrazo.

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  3. Ainssssssssssssss,ana,hasta me has asustado con este post sobre la envidia....te has salido,me encantó.
    Odio a los envidiosos.
    Besos sin envidias.
    :)

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  4. Perdón he puesto Ana en minúsculas...esta cabeza.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Con esta si que ¡paso!, de los peorsitos defectos
    y de tràgicas consecuencias a veces...¡excelente,como siempre!

    saludos

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  7. Buen relato chica. Aunque no toy todavía para más comentarios que tengo la cabeza...........que ni me puedo concentrar en la lectura............el mono de tabaco...........3 días.

    Que tengas un buen día.

    Un saludo.

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  8. Wow...sin p4l4br4s, y4 me les h4s rob4do tod4s, l4 envidi4, el m4l común. Y l4 im4gen, tipo Behemoth, de lujo 4nit4...me lo vuelvo 4 leer.

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  9. 4y 4n4, por ké l4 religión no inventó m4s pec4dos? Me h4s provoc4do much4s emociones...jjeejejjejejej, Y y4 leí lo ke me h4bí4s dicho...me est4b4 ubic4ndo m4l cu4ndo lo dijiste...pero, ke hermoso est4...otro beso---Mu4h...

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  10. El texto destila un odio visceral, provocador e incómodo, si querías que quedase claro lo que es la envidia, te aseguro lo has logrado. En lo personal no me afecta tanto, hay peores pecados, la envidia se combate con la indiferencia, o con mecanismos que no cuestan demasiado esfuerzo. Eso sí, es una de las armas principales de los incapaces, aunque no la única.
    Te dejo un beso, querida amiga.
    Humberto.

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Antes de nada: gracias.