Una vez, siendo niña, sentí la soledad de su resplandor, aquel brillo perdido en la inmensa oscuridad, sólo quebrada por el leve fulgor de las estrellas, sus eternas compañeras. Aunque nunca negué su belleza, no pude evitarlo, me compadecí tanto de aquel extraño destierro que en mi inocencia, fui haciendo mío y me imaginé que era una mujer...

miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL SEPTIMO. LA IRA





No lo hagas.

Cállate, necesito gritar. Voy a hacerlo.

No, Cálmate, respira hondo, tienes que controlarte nos ha llevado mucho tiempo llegar hasta aquí y lo sabes perfectamente
.

Es como si la sangre en mi cuerpo comenzará a hervir y sé que cuando llegué al cerebro no podré controlarla y se hará conmigo.

Piensa en otra cosa, aléjala de ti.

No puedo. No me siento bien, me ahogo por dentro ¿no lo escuchas?

Sí, escucho tu sangre.

No, mi sangre no, a ella. No oyes sus gritos y sollozos. Nadie hace nada y yo estoy a punto de bajar y matarlo.

No podemos meternos, serénate.

¿No podemos? ¿Ya no recuerdas cuando era a mí al que golpeaba?

Él no es tu padre.

¿No recuerdas cuando llegada la noche escondido debajo de mi cama lloraba, sin sentir el frío, pensando que era lo que hacía mal? ¿Cuántos años tenía entonces?

Cuatro o cinco, creo.

Fue hace mucho tiempo. Tienes que intentar dejar de lado aquello de una vez.


Otra vez, la ha pegado otra vez.

Recuerdo cuando cumplí diez años. Mi madre me preparo una tarta y cuando llegó él y nos vio riéndonos, se sentó con nosotros. Por un momento al verle sonreír me sentí casi feliz. Pero entonces se levantó y comenzó a golpearnos, y yo no dejaba de preguntarme ¿Por qué?

Viendo a mi madre en el suelo inconsciente, juré que le mataría, pero el desgraciado se fue. Pasaron años hasta que un día volvió y ella le abrió otra vez la puerta.

Decía que había cambiado pero ese mismo día…

De nuevo, ¿No lo escuchas? LA VA A MATAR.


¿Dónde estás? ¿No tienes nada que decirme?

Estoy aquí, siempre estoy aquí contigo.

Ya no puedo soportarlo, Lo voy a hacer, tengo que hacerlo.

LO SÉ, HAZLO, MÁTALE DE NUEVO.




Marginados que viven en el odio
Alimentados únicamente de él
vestidos con su propio desprecio
delirando con un mundo hostil.

Sin duda el que siempre más odié
Y al que menos conseguí entender.



"La razón trata de decidir lo que es justo. La cólera trata de que sea justo todo lo que ella ha decidido"

Séneca






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12 comentarios:

  1. Cuantas veces pecamos de ira.
    Gran verdad la de las palabras de Séneca.
    Felices fiestas y feliz año, estaré ausente estas fiestas.
    Saludos!

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  2. Me ha gustado mucho Ana, merece un aplauso.

    Un abrazo, espero que estés bien.

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  3. creo que ante un momento como este la ira del golpeador se traduce en ira-impotencia-frustraciòn del que no puede hacer lo que cree DEBE hacer...
    terrible sentimiento ese,la ira, y pensar que puede controlarse...

    saludos

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  4. Con razón montamos en cólera a veces...

    No creo en la Justicia; creo en mis razones, más si derivan de mis sentimientos...

    Genial tu Relato, Ana:)

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  5. Del mismo modo que anteayer te dije lo mucho que odiaba la envidia, te digo hoy que soy algo más tolerante con la ira (bien entendida y dirigida) sobre todo en épocas como la actual en las que es conveniente alzar la voz para que no nos pateen.

    Aquí en mi tierra (está mal decirlo) tenemos fama de ser buena gente, pero “un poco cabezones” y cuando nos tocan la moral sacamos el genio y se arma la de Dios, solo tienes que pasarte cualquier domingo por cualquier bar de pueblo en el que los viejucos estén jugando la partida (la virgen se sale del calendario hasta que acaban, porque la vuelven loca, jeje)

    Hasta aquí llega mi comprensión hacia esta debilidad humana que es la ira, otra cosa es lo que tú reflejas tan maravillosa (y descarnadamente) en tu post, no entiendo al maltratador, no soy un santo, grito como el que más, pero pegar a una mujer o a un niño es la mayor bajeza que puede cometer un hombre, de hecho pierde su condición de tal y se convierte en una rata inmunda.

    Además si maltratas a una mujer es que no la quieres ¿entonces por qué siguen junto a ellas?, qué sinvergüenzas.

    La culpa es del que pega, eso quiero dejarlo bien claro, pero no entiendo a algunas mujeres que se quedan en casa, después de cada paliza, pienso que es como si se rindieran a su suerte, entiendo que no quieran abandonar su casa por culpa de un malnacido, pero es que se juega su vida y probablemente la de sus hijos.

    Hace dos años me comprometí bastante con el tema en mi blog de cine, pero llegué a obsesionarme y tuve que aflojar; ahora, si te soy sincero, soy muy pesimista, veo muy pocas salidas, la gente va a lo suyo (todos, incluso yo) y nadie se pringa por nadie, y las mujeres que sufren malos tratos están cada vez más desprotegidas porque la policía actúa con eficacia, pero este tema en concreto es cosa de toda la sociedad y muy poca gente está por la labor.

    Tu serie de post está muy lograda amiga mía, te felicito de verdad.

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  6. Muchas veces sentimos sea ira que no es nada buena
    un beso corazon

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  7. No me provoquesssssssssssssssssssssssssssssss!!!
    Ja,ja,ja,ja....cuídate mucho y hasta la vuelta.
    Besazos con agujas,,,ya sabes porqué.

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  8. Que fuerteeeeeeeeeeeeeeeee!!!! Esas conversaciones rondaban por mi mente cuando era más joven. Por casi los mismos motivos. Pero ya no. Así que con esa similitud, me ha tocado. Je je

    Cuídate mucho.

    Te mando un fuerte abrazo y unos besos curativos.

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  9. Sin comentario.

    El rojo sanguíneo aullenta mis espectativas...

    Volcaré mis ansias babosas en mis nuevos zapatos charolados, dijeron quedarian impolutos con bañar apenas un paño, gamuza, en leche tibia, eso si el barro no hubierra penetrado entre las costuras,... hablamos de un buen calzado.

    ¡Dejame felicitarte! ¡Buen Trabajo!


    BESOTE

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  10. Olvido una y otra vez mis pasos triturando el más vasto océano que la historia de los hombres deja a un lado, mapas y pesquisas. El camino de la seda dejó a mi estirpe pendiente de vientos consagrados. El día, la noche anterior, sabida onceava culpa de mis entrañaras queda tembleteando. ¿Debiera ser digna de él? Reanudo mis pasos, camino, el ganado me sigue.

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  11. Ana,no es Ira, es justicia la que transctibistes en tu relato
    Muy inteligentemente escrito
    y me presenta otra Ana capaz de ser más comprometida
    Te leeré sin duda
    un beso

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  12. El m4l común en mi socied4d. No ve estr4to, ed4d, sexo. L4 ir4 co4dyuv4 l4 miseri4 de much4s person4s 4 tr4vés de l4 vilolenci4. Cu4nt4s víctim4s h4 cobr4do? Es el pec4do ke menos me 4sech4, 4l contr4rio mi espíritu l4 convierte en tristex4 y eso es peor ke cu4lkier cos4. Porke l4 vid4 es t4n bell4 y efímer4.

    Un besote su M4jest4d...

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Antes de nada: gracias.