Siempre
vi en el color azul mi memoria, mis recuerdos, la profundidad de mis
pensamientos, las lluvias pasadas, el mar… Y mis sueños más hondos fueron
testigos de parte de lo vivido. Aún lo siguen siendo.
El
mar…
De
nuevo, vestida de blanco caminé por su orilla llena de la inocencia de quien
confió ciegamente en su alma.
No me
importó que las olas besaran mis encajes y que la brisa alborotara con ternura
mis cabellos, pues sobre mí, a pesar del engaño, el cielo escribía mi propia
historia.
¿Pensaste
que era yo?
No me
dolió la soledad de aquel instante pues alumbrada por su eterna magia, en la
evocación más sublime, rogué a la luna por mi regreso.
… Y
el olvido se deshizo en suaves caricias sobre mi piel clamando por el deseo
enredado en mis labios, aquellos que guardaron tan bien su secreto.
Sí, fue el olvido el que venció las horas
marchitas reflejando en aquel océano de sueños mi verdad: que aún dormida estoy
despierta pues mis ojos no dejaron de contemplar lunas azules…
… Y
despierta sigo soñando…
S U B L I M E
ResponderEliminarTe aplaudo!!
Besos!!