Un secuestro en rojo…
Y sus palabras levantaron mareas que lo removieron todo,
despertándome de mi sueño.
¿Cómo resistirse?
Colores grises a mí alrededor, cuentos y más cuentos y la
promesa de que habría mermelada de fresa en las tostadas.
No, no habría resistencia.
Y al saberlo, sus
labios lo hicieron todo prometiendo sonrisas.
Un arcoíris carmesí.
¿Cómo decir que no?
Y cerca del lago quiso regalarme un globo. Él era el mago y
en un pestañeo, lo hizo aparecer para mí. ¿Yo? Yo era una niña intentando arrebatárselo
de sus manos.
“Oye… ¿Me lees siempre?”
Y sin responderme, no me di cuenta… pero ya era presa de
aquella magia.
El secuestro más perfecto y un caramelo envuelto en papel de
celofán brillante...
- ¿Sabes? Anoche me quedé dormida escribiendo este sueño.
- Entonces habrá que escribir otro ¿No?
Y mientras paseo con el globo atado a mi muñeca, más sonrisas…
Esta vez soy yo la que no he respondido…
Sí, habrá más cuentos…
TODOS.
Precioso sueño si esperamos otro corazon
ResponderEliminarun beso
precioso sueño yo creo que no tendrás que escribir otro sin miles y miles de ellos besitos
ResponderEliminarUn maravilloso martes. ¿Cuándo repetimos?
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