Me he propuesto empezar la semana con una sonrisa. ¿Lo conseguiré? Espero que sí.
Bueno ya sabéis que todo me acude, que últimamente voy a mil por hora por culpa del trabajo y que apenas saco tiempo para escribir, y casi menos para comentar. Como digo muchas veces, siempre acabo visitandoos aunque, a veces llegue tarde (Buffffffff ser una Blogger puede ser difícil, cuando cuentas en bloggerland con tanta gente que escribe tan bien y que te llena tanto). Desde aquí mis disculpas a todos los que habéis notado mi ausencia.
Y ahora a reírnos. Pues sí ando super liada, y estos días de atrás deseaba que llegara el fin de semana, para sobre todo, descansar algo. Y claro como todo me acude, y en el fondo echaba de menos usar a todas horas los Kleanex por culpa de la nostalgia que siento por mi alergia, he decidido pillarme un resfriado de esos de los que hacen época, con fiebre y todo, y sobre todo muchos mocos, muchos, muchos..... porque sí, porque quiero, porque yo lo valgo y porque en el fondo me apetecía tener la nariz como un pimiento rojo.
Pero tranquilos que no es gripe A, así que podéis visitarme todo lo que queráis porque no hay riesgo de contagio, al menos eso dice mi doctora.
Pero con mocos y todo, el sábado me habían invitado a ir a Faunia, y como me desperté algo mejor, decidí que la enfermedad esta vez no iba a poder conmigo, cogí el ibuprofeno, me metí un chute, llene mi bolso de esos pañuelitos de papel, me vestí para la ocasión (ésta vez sandalias planas, porque sabía que me tocaría andar y ropa cómoda: pantalones turcos y camiseta) y me enfrenté con alegría a esta nueva aventura.
Y la verdad es que me lo pase muy bien, aunque descubrí cuan ignorante soy del mundo animal, porque parece mentira que después de tantos años, haya tenido que ir a Faunia, para ver animales que sólo había visto en la televisión, y otros que incluso desconocía.
Sí señores, yo creo que disfruté más que los niños que por allí había. Venga, vale, más no, pero casi casi. Y entre sus "OHHHHHH, MIRA PAPÁ" y mis "AYYYYY QUE BICHO MÁS MONO, ¿ME LO PUEDO LLEVAR?" fueron pasando las horas.
La verdad es que después de tantos días de trabajo, me propusieron ir a visitarlo, y no pude decir que no, y no me arrepiento, porque aunque hoy estoy un poquito cansada, la experiencia ha sido increíble y por momentos me olvidaba hasta del resfriado.
Si es que hasta vi una lluvia tropical, y pude sentir como revoloteaban mariposas, loros, tucanes y demás aves por mi cabeza. Y encima ninguno de ellos hizo sus cositas sobre mi (porque con la suerte que tengo, lo primero que pensé al verme entre ellos, es que alguno me la liaba, pero no, ja ja ja ja ja ja). Bueno que un loro me pico, y un poni me mordió el dedo, pero claro es que sólo se me ocurre a mi ponerles la mano en la boca y en el pico.
Quién no lo haya visitado no sabe lo que se pierde, porque es una experiencia inolvidable. Desde aquí mis más sinceras felicitaciones, entre estornudos, por supuesto, a todos los que hacen posible visitar este lugar. Os lo recomiendo.
Y si alguno de vosotros dio la casualidad de qué sí que fue, una aclaración, la que se puso histérica perdida cuando pasaron cerca de ella una pedazo de serpiente que en sus ojos escribía "te voy a comer", no era yo. Vale, se parecía algo a mi, pero que de verdad que no era yo ja ja ja ja ja ja ja. Y pobrecita la chica, porque yo la tenía cerca y lo paso un poco mal, y encima sus amigos se rieron de ella, cuando casi le da una bajada de tensión. Ayyyyy pobreeeeeee.
Una confesión: y no voy a confesar que fuera yo. Lo que voy a deciros es que me llenó de inspiración ver a los cisnes negros, y fue un placer poder acariciarlos y darles de comer. Porque a algunos animales te dejan darles de comer. Te venden hasta su comida.
También disfrute viendo a los pinguinos, que es uno de mis animales favoritos, los manaties, los tucanes, los monos, el oso hormiguero, y un animal que despertó en mi una ternura increíble, el capibara, a pesar de ser un roedor enorme (si parecía un oso, el tío, que grande por Dios). También me gustó mucho el espectáculo marino con esas focas y ese oso marino, y esos leones que no veáis cómo saltaban. La que no paraba de gritar durante ese espectáculo, sí que era yo, porque me reí mucho.
Cuando nos íbamos hice la promesa de volver, y pienso hacerlo, porque creo que se puede disfrutar todavía más de todo lo que Faunia ofrece, menos de las serpientes, que me dan una grima fuera de lo normal.
Los que sois o vivís en Madrid, y no habéis ido, os lo recomiendo. Y a los que vengáis de visita, también, porque el zoo está muy bien, pero Faunia es la leche.
Y ahora un beso para todos, pero al aire, que no quiero pegaros mis gérmenes, y un deseo, que tengáis una feliz semana.
Para los que ya estáis de vacaciones, que sepáis que me dais mucha envidia, y que estoy deseando coger yo las mías, para darosla a vosotros ja ja ja ja ja ja. Y para los que seguís trabajando como yo, muchos ánimos.
Y por supuesto un vídeo que saca mis "ayyyyy que monooooo". Elton John "can you feel the love tonight".